¡¡Cuanto hubiese dado yo por un par de estos zapatos....!

¡¡Que pobre se siente un niño cuando no tiene zapatos!!

¿cuantos rodábamos así?

en aquella España negra de Franco.

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Yo como todos los hijos de parias desheredados

no tenía pantalones y padecía mucha "hambre"  

pero nada me dolía más.. que no tener zapatos..

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Yo soñaba cada noche con un par de zapatos

lustrosos, grandes y nuevos..

yo sentía mucho de mostrar mi pobreza,

que para mi inocencia de niño pobre

empezaba justo por los pies.

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Quería unos zapatos con unos bellos cordones,

unos zapatos con unas relucientes evillas;

y si fueran de cristal: ¡¡serían una maravilla!!.

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¿Cuanto hubiese disfrutado con estos?

¡aunque hubiesen sido de pan!

pues con el hambre que padecía..

¡¡Dios como los podría conservar!!.

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Si supiera la humanidad cuanto puede sufrir un niño

por no tener unos bonitos zapatos..

¡¡Que humillación se me quedó clavada en el alma!!.

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Aún hoy creo que perdura..pues algunas noches

suelo soñar con aquello..

mis piececitos trémulos miedosos

amoratados por el frío..

¡¡La pobreza es imperdonable..sobretodo en los niños!!.