Te se pasa la vida mirándote esas manos
tan divinas que Dios te ha dado;
en esa claridad de los campos,
se impregnan de luz y de amor;
que luego derramas como ríos generosos
sobre esos lienzos en blanco,
y aún no conforme, lo riegas
sobre hojas de papel virgenes,
para que de lo que se han llenado
se vallan empapando.
Hay un presentimiento
que roza las paredes de tu generosa alma,
tus manos se parecen a los brotes nuevos
del manzano, a rutas que buscan nuevos sueños.
Tu alma de artista es como un generoso manantial
que nunca se agota y con la lluvia se repone,
lo mismo hace tu alma cuando sale al monte,
llenarse de sapiencia ese cerebro de hombre.
Cuando abres tus manos es como si mostrases un tesoro,
repleto de sapiencia y generosidad, que muy temprano
aprendiste que hay que compartir con la humanidad.
Es extraña la sangre del artista y creador,
son generosas sus manos, frenéticamente mojas tus manos
en la savia sangre, una y mil veces he impregnas tus manos
en el lienzo y papel en blanco....!
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