!Oh pueblo blanco! cuando miro tus cumbre nevadas
y en el valle los naranjos cargados de azahar,
abiertos los rosales y maduros los trigales,
pardas las montañas y el olivar florido;
El Guadalete corriendo hacia la mar, entre algodonales;
y el sol de mayo, los huertos en plena cosecha,
y la abeja obrera, para libar sus mieles
dispersas por los campos, lejos de sus colmenas;
Ya la encina parda se quemó en el hogar,
barriendo el solano helado el campo empedernido;
y en la serrezuela agrias el sueño, !Vinculo suspira!
!Vinculo nevado, al cielo gastoreño, erguido!
Tendrá el campanario de este pueblo sus cigüeñas,
y en los arroyos fríos alguna zarza en flor;
ya el rebaño de merinos, entre las pardas peñas
hacia los apriscos alto, conducirá el pastor,
Cual sayo hambriento, chozas y majadas
entre desnudas tierras colorados y pilares
donde en la tarde beben las yuntas fatigadas;
algunos huertesillos y varios almiares.
Adiós mi tierra "roja" adiós al altozano
cerrado de colinas y tierras juglares,
montesillos y roquedales del yermo jerezano,
breñales y robledos y pardos encinares!
Tierras bermejas, señas de identidad de la tierra mía,
por los viejos olivares, mi corazón te guía...!
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