¡¡No se preocupe que yo soy buen torero...!

La venta el tropezón, no se de que le viene

este nombre..sería porque por casualidad

alguno allí tropezó con  un melón

y quizás se lo llanto debajo del limón.

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Ahora no es ese el caso:

sino que lo que fue una prospera venta;

se a convertido en un sonoro fracaso,

pues era muy concurrida allá por los sesenta.

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Cuando pasaba por allí la carretera

ya que se saboreaban abundantes y sabrosas viandas;

Era gente de bien.. comensales de primera..

ahora no pasa ni el pastor..si alguien no se lo manda.

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El ventero, un viejo torpe y poco astuto

mientras se afanaba en el hogar

con sus torpes andares de hombre diminuto;

la "comadre" le entregaba el paraíso a los comensales en el pajar.

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Un motorista con apariencia  de "caballero"

el marido lo observaba y no le parecía astuto;

pero el otro lo engañaba con salero

y el pobre ventero que no sabe la (O) con un canuto.

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El espabilado le pone los "adornos" mojando en su tintero,

el pobre hombre le dice:  vuelve pronto compañero..

que comamos ricas viandas y buen puchero..

de los "cuernos" no se preocupe, que yo soy buen torero..!