Se criaron entre el olivo, la piedra y el arado.

Patria pequeña, ramo de pinos torrenciales,

¡¡oh, bella patria amada!! de verdes olivos y negros encinares;

fiel luchadora en tu reino

entre la escasa lluvia y el abundante levante.

***

Eres la angustiosa garganta 

que clama al cielo con tu resignación de hierro;

manos callosas y puños 

acostumbrados por los siglos

a cortar los duros peñascos.

***

Eres mi pequeña patria

que te meces orgullosa en el ondear de esa  bandera

y tus hombres son bravos con la naturaleza

y suaves como palomas cuando se trata

de cuidar a su hembra.

***

No tuvieron mis padres serranos 

finas sedas entre sus manos,

ni grandes plumajes pomposos,

no llevaron al cortejo flores nupciales,

ni comieron en mesas de ricos manteles.

***

Se entregaron de por vida

a la vid, la piedra y el arado;

a los breñales de las bellotas dulces..

alimento imprescindible del ganado;

y así esperaron las profundidades indomables...!!