Jamás olvides los besos que sobre vuelan
tu almohada cada noche..
te traen redondos mensajes entre sus alas,
sobre esa neblina cálida de la noche.
***
Te rosan las sienes níveas
como vuelos suaves de palomas
y observan impávidos tu dulce palpitar
de dicha y pasiones contenidas.
***
Con tu boca entreabierta
se ve la miel azucarada del deseo..
pidiendo sin hablar
como invita un melocotón maduro
el deseo ineludible del insecto.
***
¡Cuán hermosa tentación de lo prohibido!
para mis pájaros azules consentidos..
que tú adorada alondra del paraíso
con tu cándida inocencia los provocas...!
***
¡No los olvides ahora!
déjalos que bailen como mariposas;
el baile de la metamorfosis apetecida
y mis manos dibujen sobre
tus rosados senos -no se qué cosa-.

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