miércoles, 12 de agosto de 2015

¡¡Dime, plaza de las acacias, ¿qué fue de aquellas muchachas?.


Plaza de las acacias, plaza del Ayuntamiento y la Iglesia,
donde en mis tiempos se paseaban las zagalas;
quizás buscando un mozalbete 
que las llevara al cine y las invitara.
***
Plaza que tal vez tenga algo de lírico
y una cierta prosa municipal;
plaza que es el punto de encuentro de gastoreñas y gastoreños;
esquina del kiosco de Catana, donde acudían aquel coro
de chiquillas a comprar pipas para degustarlas en la plaza.
***
Recuerdo con nostalgia, aquella forma inocente
de acercarse a una virginal muchacha;
con aquella frase hecha, quizás un poco cursi que decía:
"señorita" ¿me permite un paseito?.
***
Unas daban el silencio por respuesta y eso quería  decir
que te aceptaban y otras salían trotando con un 
trotecillo menudo, para que las alcanzaras, pues
ese era el juego y de eso se trataba.
***
Pero había otras que se plantaban y te decían:
¡¡ay, ay, ay, ¿pero usted que se a creído?
¿qué habrá sido de aquellas dulces he inocentes, 
de aquellos tiempos inmaculados?.
¿de aquellas camaradas de juegos impúberes?
¿serán algunas vírgenes intactas o, madres dolorosas?
¡¡Dime plaza de las acacias! ¿qué fue de aquellas muchachas?.  

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