¿Porqué vuelves ahora, dichosa juventud?
encanto de mis devociones en otros días;
¿porqué aparecen ahora por la arena?
con esos cuerpos de ébano que suelen lucir las mulatas.
...//...
Estaba ya tranquilo el pájaro,
y ahora vienes tú removiendo aguas pasadas;
con tu tempestad y tus revoleras,
a intrigar corazones que ya tienen dueña.
...//...
¡¡Oh, señora de las diosas y los espíritus dormidos!!
ya eres una herramienta oxidada, casi sin usar;
y para lo poco que te pueda quedar
te sobran obras que no podrás realizar.
...//...
Hoy ya te acoges en tu honorable asilo
Cipris, deidad de las pasiones y los casos perdidos;
bajo esta nueva advocación te acojo,
afrodita antibiótica.
...//...
Fue bueno mientras duró
pero el tiempo insaciable que no perdona;
aveces siento sensaciones extrañas,
pero me superpongo y pienso: que sólo son alucinaciones...!
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