viernes, 28 de noviembre de 2014

¡¡Yo creo en la sabiduría que dan los años...!



A los noventa te encuentras con un palmo de nariz
diciéndole a tu cuñado;
no me cortes las canas que ellas son
la sabiduría de tantos años vividos
y ya pasados, pero no olvidados.
***
Me apena haber leído tanto
y no haber retenido casi nada;
en esta cabeza que se han de comer los gusanos,
pero se acumula lo vivido en estos cuatro pelos blancos.
***
A lo largo de mi longeva vida
pasaron grandes fortunas por estas manos;
-todo se lo llevó el viento-
nada se quedó entre mis dedos enredado...
***
Ahora sólo quedan estas arrugas,
estos cuatro pelos blancos
y el gracioso de mi cuñado..que con su risa
y sus tijeras, hasta esto me esta quitando:
-Bignos otoños-   
***
Me pregunto y no ayo respuesta:
trabajé duro en la vida y ahora que soy
un pensionado..no tengo ni siquiera la gracia
como este peluquero: -mi cuñado-
que es un buen bailarín y las trae a todas locas
en el salón del jubilado...!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario