Un día cuando ya no tenía remedio
me puse a medir en silencio tus ojos
para calcular el mal que me habías hecho;
desesperado y tragándome las lágrimas del despecho.
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Pero poniendo la mejor cara
que se puede poner en semejantes circunstancias
y con el corazón en la mano.. te pregunte:
¿Nunca me as querido, ni nunca me querrás?.
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Intentaré buscarte en otros ojos de mujer
pero no lo conseguiré.. tú eres bastante especial;
cuando dices verde estas pensando en rojo
y cuando tu boca dice blanco tu cerebro esta pensando en negro.
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Ya no seguiremos tú y yo la misma senda
nuestros caminos aquí se tienen que separar;
soñé para los dos un día una senda blanca de luna
y mi disposición para quitarle las espinas a las rosas una a una.
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Tú te confesarás para tus adentros y te repetirás,
"no lo he querido, siempre le mentí y no lo comprendo,
no le quise nunca a él..aquel que me entrego
su corazón desinteresadamente".
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¡Quizás no brillará la luna más en el cielo para mi!
pero tal vez los caminos sigan blancos
para que espié todos los pecados;
¿No son blancas y salobres las lágrimas de mi alma??.
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