sábado, 22 de agosto de 2015

¡¡Dialogo sordo, con mi foto de veinte primaveras...!


¿Conque inoportuna fogosidad
salen ahora tus veinte primaveras
a pedirme cuentas desde esa fotografía
vieja y amarillenta?.
//***//
Con los ojos cansados por esa longevidad,
intentaré de darte una razonada respuesta;
con ese descaro de profecías jamás cumplidas
he insatisfechas, en mi piel aún transparente
y fresca, que a pesar del tiempo se conserva
y define mis años transcurridos
sin engaños y sin reservas.
//***//
Pero no te preocupes, cuando quieras
nos sentamos y como dos buenos amigos hablamos;
de las alegrías, los aciertos, fracasos y miserias..
-no escandalices más- elige tú
el paisaje y el tema, que estoy dispuesto a escucharte.
//***//
Pero espera a que se vallan los invitados
a la cena fría de mis sesenta y siete primaveras..
por evaporación como las aguas negras,
se volaron los años casi sin darme cuenta..
con mis aciertos, mis errores, mis alegrías
y también: ¿porqué no decirlo?
con muchas más penas de las que caben
en esta mochila, que ya esta repleta...!

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