Subimos por rutas escarpadas y casi inaccesibles
cantando viejas canciones ya casi olvidadas de la niñez;
súbitos y escondidos recodos nos acercan a la cima
donde el "Algarin" casi se confunde con el azul del cielo....
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Algunas cornejas yacen muertas
y las flores de las aulagas y la manzanilla;
son una constelación en la quietud del atardecer
raíces cabeciformes son cabezas de mandrágoras o, de cebolletas....
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Cabecitas de animales del bosque decapitadas
por cazadores desaprensivos o, aburridos;
con los signos del terror en su rictus mortis
el río Guadalete desde aquí semeja el lomo de un relámpago.
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Una horda de cabras montesas
podemos divisar en cualquier momento;
mientras que las chovas y el buitre leonado
planean a sus anchas entre la cima y el cielo...
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Desde esta atalaya se descubre que el charcón
es una interzona de realidad con su dolmen ;
por la que es inevitable pasar
para que el ojo goce y se rebase así mismo...
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Para entender los grandes esfuerzos del sol
en su cópula con la tierra como los abuelos del neolítico
se vinieron a vivir a esta peña
habitando chozas y cavernas.....!!!
Es un maravilloso poema mi querido amigo, cómo me gustaría que pudieras publicar tus obras, estaría en primera fila para ver tu alegría y te juro que cada día escribes más bello. Mis abrazos desde Colombia con ésta amistad franca que nos une.
ResponderEliminarGracias mi bella flor de primavera por tu paso por mis letras, ahora como que no repaso mis escritos. Así que no te vi hasta ahora de casualidad. Cuanto me gustaría a mi tambien poder publicar mi libro y poderte regalar uno en mano dedicado de mi puño y letra para ti. Besos desde la República Dominicana.
ResponderEliminarprecioso, querido amigo...recuerdos y añoranzas en bellisimos versos
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